Muchas frutas tienen un innegable simbolismo erótico. Sus formas, su sabor, el ser consecuencia de la fertilidad de la tierra... han hecho que se asocien al erotismo y el sexo.
Los tabús sexuales de numerosas culturas han obligado a buscar otras formas de decir lo prohibido, a buscar palabras inocentes. Y las han sacado de los campos semánticos relacionados con la comida. Esto explica que numerosas frutas, verduras o animales den nombre a los órganos sexuales, que el apetito pueda ser ‘gana de comer’ o ‘deseo sexual’ y que el comer sea un eufemismo del acto sexual (comerse un rosco).
En España existen numerosos refranes que relacionan la fruta y la prostitución: “Pastel y fruta, manjar de cortesana”, “Año de frutas, bueno para las meretrices”, “La que del rey se hace fruta es una real cortesana”. En La Lozana Andaluza, de Francisco Delicado, encontramos: “¿Quién te hizo cortesana? El vino y la fruta”.
Pero, además de eróticos, las frutas pueden ser símbolos espirituales.
En la siguiente presentación os proponemos una serie de "vistas" que os permitan leer este tipo de imágenes de fruta peor con un gran sabor:
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